La desigualdad y la discriminación estructural que afectan a grupos poblaciones como
las mujeres, personas con pertenencia étnica o racial, personas con identidades de género y orientaciones sexuales diversas y personas con discapacidad, se traducen a su vez
en inequidades significativas en el acceso al poder y en obstáculos para el en el ejercicio
de sus derechos político-electorales.