“A lo largo y ancho del planeta, las personas que quieren utilizar servicios básicos de atención de la salud sexual y reproductiva se ven obligadas a sortear todo tipo de obstáculos que se solapan debido a su género, situación económica, etnia, orientación sexual y discapacidad, entre otras características. En los pocos lugares donde se recopilan datos, las mujeres afrodescendientes han resultado ser más vulnerables a la violencia obstétrica y los malos resultados de salud materna.”